lunes, 3 de noviembre de 2014

LA HUMANADA

El Orden natural está presente en cada momento de tu vida.
 Vives en y de acuerdo a una programación, que no maneja tus movimientos
 sino que los armoniza con el resto de la vida, hasta donde imagines que hay vida,
 materia o energía. O registros de existencia de algún tipo de movimiento.

De tan natural es imperceptible, hasta que te detienes a observarlo. Aún en su rutina,
 no pierde intensidad o capacidad de impacto. Ni se aleja de su rol como organizador del caos,
 esa aparente incerteza que alienta la creación permanente.
 Su función única y eterna es facilitar las condiciones para su continuidad.
 La continuidad y trascendencia de la vida, cualquiera sea ésta.
 En su acontecer complejo y simple, a la vez,
 se descubren los alcances de una inteligencia mayor, exquisita,
 que gobierna las macros y los detalles con la misma presencia y autoridad.
 Seducen sus argumentos porque llegan donde no existen barreras, superándolas.
 Y por las formas que toma. Invita antes que convencer. Es, antes que explicarse.
 Está presente, íntegra. Vives ahí, en un diálogo profundo y confluyente.
 Eliges crear y creas en ese entorno.

Es una inteligencia que comprende a la Vida. Es la Vida.




El Hombre, de tanto vivirla, sintió curiosidad por ella y decidió imitarla, a su manera.
 La inteligencia artificial, creada por el Hombre en honor y tributo
 a esa misma esencia creadora, está desafiando, irreverente, al paradigma de la Creación.
 Fue pensada para agilizar procesos rutinarios, repetitivos,
 para minimizar riesgos y maximizar rendimientos de recursos y retornos,
 para ir hacia el corazón de su sistema, estar cada vez más cerca de su razón y ser,
 explicarlo, complicarlo y hasta replicarlo; pero, también, para organizar
 a la caótica desorganización humana en una supra inteligencia,
 que reproduce y niega, a la vez, a la inteligencia superior.

El conocimiento avanza descubriendo los porqués de la vida y negando los paraqués.

La inteligencia artificial es, entonces, un camino hacia atrás, pero no hacia las fuentes.
 Se justifica en todo momento en la búsqueda de encontrar lo que ya es. Pequeña gloria
 que ningún dios entiende. La inteligencia del sistema grande, la Verdad, crea en todo momento
 y no necesita explicar-se. Está a la vista de quien quiera verla. Mejor, contemplarla.












El bastón no es simplemente una herramienta que le ayuda al usuario a mejorar su estabilidad,
 sino una genuina incorporación cognitiva y corporizada que resulta en la creación de un nuevo circuito distribuido entre el agente y el mundo. La plasticidad neuronal modifica y actualiza
 el esquema mental del cuerpo del usuario del bastón, desempeñando un papel central
 en el proceso completo de incorporación cognitiva del mismo. Es importante señalar
 que esta continua negociación y re-negociación de los límites entre el cerebro, el cuerpo,
 el bastón (considerado un artefacto cultural) y el mundo
 está siempre determinada por un comportamiento estratégico,
 focalizado en la resolución de un problema (p. ej., trasladarse de un sitio a otro).
 Por esta razón, Andy Clark (co-autor de la Teoría de la Mente Extendida)
 sostiene que ciertos artefactos culturales (p.ej., bastón para invidentes, lápiz y papel
 para resolver operaciones matemáticas, agendas, mapas, etc.) y dispositivos tecnológicos
 (p.ej., desde los interfaces cerebro-ordenador hasta los iPhones, Blackberries, etc.)
 trascienden su funcionalidad básica como herramientas
 que simplemente aumentan las capacidades humanas.

La tecnología, desde que el Hombre le dio
 un nuevo uso a un tronco de árbol cortado
 o a una piedra, es una extensión artificiosa
 de su inteligencia natural.
 El deseo de vincularse de manera
 más poderosa con su entorno
 promovió progresivos desarrollos, complementarios a sus recursos básicos.
 Acompañó ese devenir sin culpas,
 porque no había desencuentros
 en sus desafíos de superar condiciones.
 Por años, empujó límites y fronteras.
 Hasta que un hombre identificó su límite
 en un semejante y quiso eliminarlo.

Fueron otros por la misma idea. El Hombre cedió su poder, así, a algunos hombres.
 Y éstos hicieron del Hombre, un museo.

La inteligencia artificial busca a diario ser reconocida como un modelo sustentable,
 que tiene muchas virtudes y comodidades. Entre ellas, acceder-te como invitado
 a un mundo amable y auspicioso. Allí está nuestra información,
 disponible a un click de distancia. La verdad nuestra es, ahora, una verdad bajo custodia.
 A un click de distancia, si. Mientras haya click.

El nuevo orden, artificialmente explicado, es cada vez más virtual. Omnipresente y eterno.
 Confiable e inteligente. Allí se traslada el día a día, virtualmente. Tu día y el mío.
 Si hasta encuentras explicaciones de cómo manejar tus emociones, leyendo una pantalla.
 Y cómo se hace eso, aquí?. Cómo hago para que la nube esté en mi cuerpo
 y entienda lo que siento?. Cómo explica, este orden, que genera personas cada vez más
 útiles y funcionales a la inutilidad y la disfuncionalidad humanas?.
 Qué les pasa a esos cuerpos jóvenes, y no tanto, que nacieron en la inteligencia artificial,
 cuando les habla la otra inteligencia, la que nunca pierde su energía?.

Es una inteligencia que no comprende a la Vida. NO es la Vida.

















Ahora, tienes en casa todo lo que antes requería de interacciones físicas externas a ella.
 El mercado, el cine, el estadio, la iglesia, el trabajo, el gobierno
 y hasta algunas formas de amor desfilan por tus aparatos electrónicos.
 Importa más el registro que la vivencia:
 lo que no está digitalizado corre con desventaja de ser poco creíble.
 Al decir de Anderson, “hay más creyentes que poseedores de fe”.
 Cambia la creencia, cambian los creyentes. Qué cambia?. Qué queda?.
 Humanoides, cada vez menos humanos?. La humanada. La manada humana.
 Inteligentemente artificial. Artificialmente amañada. Humanamente...
 Un nuevo orden, artificialmente humano


















No se trata, creo, de negar o negarse. A cada momento hay una oportunidad
 para un aprendizaje consciente. Una revisión, una reparación o una nueva síntesis.
 Para eso eres un ser inteligente. Doblemente.
 Lo que traes más lo que tomas te hacen poderoso.
 Único.

Qué sabes de tu inteligencia emocional?. A quién pides ayuda cuando necesitas?.
 Quién te responde?. A quién escuchas…?. Cuánta vida hay en tus artificios?. Y al revés?.
 Qué programas llevan tus pasos?. Qué manejas de eso?.
 Te puedes imaginar un ser libre y socialmente tecnológico, ambos en tu cuerpo?.

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