miércoles, 25 de septiembre de 2013

Tu Poder hace el mundo que quieras

Tu Poder reside en disponer absolutamente de todo tu ser en todo momento, 
para lo que tú creas y quieras crear.

Tu Poder es el creador de tu realidad. Lo uses más o menos, 
estarás más o menos conforme con ella. Y contigo. Porque hay un placer doble 
en ejercer tu poder personal: concretas lo que deseas y te sientes plenamente
 dueño de tus actos. 
Lo ves y lo haces. En dominio de tu Poder, eres consciente
 que no hay límites sino momentos para que las cosas ocurran. Lo imposible será,
 desde este instante, algo que aún no intentaste o algo cuyo tiempo todavía no es.
 Depende de tu mirada.

Tu Poder es la muerte de la víctima que has llevado dentro hasta hoy. 
Decides qué hacer con lo que te pasa y no te rindes ante su oferta. 
No "tienes que" ni "debes" hacer lo que otros han decidido por ti. 
Eres el líder de tu propio equipo y todos, ahora, te respetan y reconocen. 
No porque lo digas imperativamente, sino porque lo transmites y ellos,
 el mundo, lo percibe. No se trata de la autoproclama de un loco lindo. Nada de eso.
 Es la presencia de tu persona en un escenario donde habitan personajes.
 Es tu fuerza natural pulseando con un mundo de formas precarias,
 acostumbrado a ejercer un poder sin mayor oposición. Así es fácil. O lo fue hasta hoy.

Tú lideras tu vida cuando asumes tu Poder. Le puedes llamar auto-liderazgo,
 porque es eso. Eres tu propio líder. Te reconoces por el poder que te transmites. 
Qué sucede con un líder?. Por qué lo es?.

Un líder es quien sintetiza una visión compartida por muchos.
 Lo que para esos muchos es un lugar ideal de encuentro,
 el líder se los representa con palabras y gestos accesibles y concretos.
 Ve la idea en el fenómeno bruto, la expone y se encamina hacia ella con determinación,
 movilizado por su creencia y por el compromiso que toma. 
Su fe contagia a través de una comunicación ágil, multicanal,
pero a la vez directa y precisa. Fascina, enamora con su ejemplo.
 En su validación original hay proyecciones de un complejo virtuoso, donde se funden
 coraje, enfoque, honestidad, flexibilidad, solidaridad, emotividad,
 consciencia temporal, épica y, por sobre todo eso,
 presencia anímica.

Tomar decisiones es un riesgo. No tomarlas también lo es. Un líder se define
 por el nivel de riesgo que está dispuesto a tomar, pero no inconscientemente.

Te pido que reemplaces en la caracterización del líder a los "muchos" 
por "tú mismo". Y revises cómo es la relación entre tú, líder, y tú, liderado… 
Te parece una tontera como queda?. Bueno, lo es si lo tomas literalmente. 
Te pido, por favor, una lectura con tu mirada y no con tus ojos.





































 Ahora  si?. Bien… tú lideras tu Poder.
 A quién otro has de seguir, que represente mejor que tú, tus propios deseos y visiones?.
 Quién es más consciente que tú de tus momentos?.
 Quién puede gestionar más eficazmente tus emociones en cada momento?.
 Por qué has de delegar lo que quieres comunicar?. 
Así como no prestarías tu novia/o a otro/a para que la/o enamore, 
por qué razón cederías tus decisiones, si son enteramente tuyas,
 como no lo es tu novia/o?. 
Quién defendería con más valentía y romanticismo tus intereses más  íntimos?.
 Hay alguien más honesto que tú, contigo?. 
Tomarías por otro más riesgos que por ti?. 
Otro lo haría con tu caso?. 

A quién escuchas más todo el día, todos los días?. 
A quién respondes más todo el día, todos los días?. 

Quién disfrutaría más de tus logros?. Quién se beneficiaría más?.

Sabes lo que hay detrás de tu auto-liderazgo?. Otros similares,
 en otros tantos cuerpos. Que van a verte y animarse. Imaginas lo que significa eso?.
 Más gente con más poder personal. Menos personajes. 
Más sinceridad en las relaciones y, allí nomás, más paz social y más justicia. 

Estás sintiendo el Poder recorriendo tu cuerpo, ahora?.


viernes, 20 de septiembre de 2013

Tu fuente de Poder

Por mucho tiempo creí que mi facilidad oratoria era un factor de influencia
 sobre terceros. Que con eso podía ejercer cierto poder sobre otros.
 Tal vez, haya sido así, en algunos casos.
Pero, también, era una herramienta "intrusiva". En algunos lugares, llegaba y rebotaba.
No entraba. Yo no lo veía. Iba e iba con mi locuacidad.

Lo descubrí cuando, ya no recuerdo por qué, tuve que hablarme a mí.
Ahí me di cuenta que si no cambiaba, yo también me rebotaba... 
no me seducía escucharme.  Eso era un ruido y no mi voz.

Cuando comencé a preguntarme cosas, a bucearme en vez de discursearme,
se abrieron portones. La novedad corría por las arterias y se metía en todos los rincones. Empezaron a aparecer imágenes, visiones, proyectos, diseños.
 Nuevas realidades. Totalmente propias. Puras. Mías.
 El Poder había venido a mí, como en un mágico comic.

Cuando te sientes tan cómodo con alguna de tus facilidades operativas,
 las que habitualmente te abren puertas, como pueden ser tu expresión pública,
 tus habilidades manuales, cualquiera de tus saberes haceres, un título habilitante, etc.,
 puedes confundirlas con tus fuentes de poder. Es muy común eso,
 porque hay gentes que así lo valoran y te reconocen un lugar, una función.

Pasa en un mundo de formas. Quienes responden a esos estímulos, son los egos.
Pero tú no eres uno de ellos. Te hubieras ido hace rato de esta página,
te aburriría tanta perorata, incomprensible para quien solo pretende figurar.
O sea, para quien espera que le digan dónde ubicarse en el escenario.

Cuando entiendes que tus fuentes de poder son las visibles en el mundo formal,
 estás perdiendo el tiempo. Y Poder. Te demoras y condicionas.
 Esas fachadas sólo cubren relaciones leves o circunstanciales. Aunque duren años.
 Aunque parezcan triunfos y glorias.

Sucede que, como son triunfos y son glorias, la costumbre se hace ley.
 Sin vetos a la vista, la ley se hace de hierro. El tiempo, luego, hace lo suyo.
 Los médicos, también.






















Tu fuente de Poder, la que juega en serio, no es visible
pero está a la vista cuando la quieras ver. Es Tu Yo. Lo conoces?. Digamos que si.
Lo que necesitas para ser poderoso está contigo desde que viste la primera luz.
 Lo has usado y no.
Lo has desechado, no lo has mantenido, y cuando lo has vuelto a buscar,
estaba allí, intacto.
Y así estará las veces que lo necesites. Dispuesto al servicio.
Porque eres tú. Precisamente, Tú.

Mira a tu alrededor. Busca la gente que crees poderosa. Qué ves?.

Ahora. Presente. Pedite escucharte. En silencio y sin distracciones.
 Cuando te acostumbres, te gustará. Está bueno saberse poderoso.

Sabete.


Egolatrías


Dicen que el Ego existe.
Hay por allí algunos inquietos observadores que andan por el mundo hablando de él.
O, más precisamente, hablan de sus vicios. Porque parece que es un vicioso olímpico.
Y carga con todos los anti-valores que supimos conseguirle para estar seguros que nunca,
pero nunca, nos contagiaremos.

El solo verlo nos pone en la vereda de enfrente, a buena distancia de caer 
en sus tentadoras ofertas. Pero el muy bicho Ego, con algunos años en el lomo,
ha desarrollado sagacidad y audacia. Como Dios, cualquier Dios,
el que más te guste o escuches, ha sabido tomar prestados ropajes y señales
para hacerse amigable, común, casi uno más entre nosotros.
Un habitual compañero de ruta.

Claro que el Ser Humano, Hijo Supremo de una Perfección
que sólo se rinde ante esa Creación, 
puede darse cuenta cuándo está en presencia de un igual real o de un farsante disfrazado.
Ha sido diseñado teniendo en cuenta esa necesidad.

Las claves requeridas están bien guardadas, en el interior más profundo,
en recónditas cavernas a las que solo puede acceder el Sentimiento y activarlas,
hablando el lenguaje Sincero con la Intuición,
 a quien le fue encomendada la celosa guarda de las puertas de esas cavernas ….




Como todo órgano vivo,
el Sentimiento debe ser
 bien alimentado
 si se quiere que su respuesta sea ágil, elástica y, en definitiva,
 eficiente con nuestras  necesidades.
Si no, ya lo hemos visto  suficientemente,
 el Ego puede negociar
 con la Intuición, conseguir
 que mire para otro lado,
 y hacernos confundir recurrentemente.



Así, tantas personas poderosas, responsables, inteligentes, honestas, solidarias,
enfáticas y necesarias, parecen ególatras. Y no siempre lo son. O lo están siendo.

El Sentimiento, sólo Él, puede activar las claves para entender, comprender,
todo lo Humano en su Justa Dimensión. Todo lo demás es anécdota. 
Incluida la pobre falacia del Ego buscando un lugar en el mundo. En este mundo. El Nuestro.


martes, 17 de septiembre de 2013

Otro Perro Callejero

Bienvenidos.... aunque, pensándolo mejor, no es este mi lugar,
 al que pueda bien recibirlos... Es el lugar de todos, la calle en un formato de pantalla. 

Quien más, quien menos, alguna vez te has cruzado con un perro callejero. 
Y sin entrar en detalles sobre su conducta, posiblemente influenciada por sus tratos previos (bientratos o maltratos), la cosa es que no se puede discutir su libertad. 

Yo me he preguntado si se dan cuenta o no. Si uno cree que son libres y ellos no. 
Porque tienen la libertad de gastar sus energías buscando cómo reponerlas...
 no le rinden cuentas a nadie más que a sus energías residuales. Y bueno, son animales.
 No necesitan otra cosa que ocuparse de su existencia. Cuidarla, preservarla, sostenerla, saborearla, vivirla. Lo que hagan en el medio, mientras hacen eso, también es parte
 "de la suya". Como por ejemplo, movernos la cola y seguir en la suya,
 juntarse con otros semejantes y seguir en la suya, obviar alguna reyerta
 propuesta por perros de mamá o de papá y seguir en la suya, ser solidarios con los chicos y los pobres viejos (y viejos pobres) y seguir en la suya, protegerse de los enfermos, confiar, escaparle a la envidia, hacer espíritu de cuerpo ante la sospecha, amar,
 desafiar límites, dejarse querer, buscar, andar, no cruzar cuando el verde del otro, meterse en una iglesia si se siente bien ahí, 
hacer amistades con los hombres que son animales,
 ladrarle a los miedos y las ansiedades... en fin, ya sabes lo que es un perro callejero. 
Yo soy otro.

Otro perro callejero.
 Así lo siento. Si estás por acá, es porque tu cola es sensible 
a la vida que está ahí afuera.
 Sin dobles sentidos...
 digo que ese es tu sensor. 
Que te conecta con el mundo animal que se para en dos patas
 la mayoría de las veces. Pero tienes claro cuál "es la tuya". Negocias y tratas, vas y vienes, haces y haces,
pero no dejas de ser quien eres. 




No vives por o para otros, sino para ti. Y vives. Vaya si vives...

Quieres más. A ti te quiero hablar. A otro perro callejero, como yo.