martes, 15 de octubre de 2013

Reflexiones de un Gerente

La vida, en este Universo que te he tocado integrar, está basada en el átomo
 y no en la inconmensurable magnificencia de la Vía Láctea que te contiene.
 Todo lo que pasa con la vida sigue ese patrón relacional: se origina en el elemento básico
 del conjunto que se trate. Los resultados visibles, posteriores, son agregados
 de lo que ha sucedido en ese núcleo inicial.
 Los consumidores cambian decisiones empresarias cuando muchos de ellos,
 uno a uno, deciden lo mismo. El muro de Berlín no se cayó por viejo.
 Una hormiga no voltea una pared. Una gota de agua no puede nada contra una roca.
 Tú no puedes contra el mundo.
 Tal vez, puedas algo si empiezas a intentarlo en el mundo. En el tuyo.

Cuántas veces te han convocado a participar de capacitaciones en tu lugar de trabajo?.
 Cuántas veces has optado por hacerlo de manera personal,
 eligiendo dónde buscar nuevas herramientas para tus actos cotidianos?.
 Cuántas técnicas has aprendido en tu vida?.
 Las aplicas, las tienes incorporadas?. Si estás en algún cargo jerárquico,
 cuánto ocupas de tu tiempo diario por mejorar la efectividad de tu gente?.
 Cómo mides los resultados?. Preguntas, en suma,
 que buscan significar para qué desarrollas tu perfil y tus relaciones laborales.

Comparto con Rafael Echeverría que las empresas son redes dinámicas de conversaciones.
 Lo que se haga para mejorar la eficiencia y elevar la productividad
 de una organización (cualquiera sea) necesita revisar cómo están las relaciones internas.
 Cómo están y cómo se quiere que estén.
 Por ese camino se descubre cómo están las conversaciones íntimas,
 las que cada uno tiene consigo mismo. Ese es el átomo de la organización.
 Allí están el origen del movimiento y las causas de los resultados.



Los resultados esperados
 no están fuera del alcance

 de las conversaciones íntimas.
 Son su consecuencia.
  En la empresa y en tu casa.
 Qué sucede en tu casa, en tu hogar?.
 Qué resultados quieres tener?.
 Qué quieres vivir con tu pareja, tus hijos,
 tu familia, tus amigos?.
 Cómo los ves y cómo los quieres ver?.
 Qué hablas contigo respecto de ellos?.
 Cómo hablas con ellos?. Qué sientes?.
 Lo hablas?.

Es cierto que en tu trabajo pasas horas y horas, dedicas energías y sentimientos,
 generas compromisos, te enfocas, tomas decisiones, haces elecciones.
 Eso es bueno. También lo es que busques mejorar tus formas
 para aportar más y mejor a ese lugar. Y a tu carrera.
 Que te superes y empoderes. Que te esfuerces e inviertas.
 Así, haces más grande a la organización en la que estás. La cuidas. Y te cuidas.

 Tu hogar está antes y después de ella. Ya estaba antes y estará después de ella.
 Tu vida te necesita a ti en ambos lugares, siempre atento y presente.
 Sintiendo y conversando en tu mejor forma,
 que es la que te lleva a tus mejores resultados.
 Aquellos resultados que esperas.

Aplicas trabajo en equipo en tu hogar?. Manejas y resuelves conflictos caseros
 con técnicas de negociación?. Te enorgullece el sentido de pertenencia
a tu propia organización, la que has creado y diriges?.
 Cuál es tu estilo gerencial los fines de semana?.
 Qué indicadores financieros verificas en la cocina de tu empresa familiar?.
 Qué hay de la TIR y el VAN de tus inversiones afectivas?. Cómo va el benchmarking?.
 Y tus sistemas de calidad?.
 Cómo evalúas la política de recursos humanos que has definido?.
 Qué tan eficiente es el manejo de tus tiempos?.
 Qué dicen las encuestas internas de clima?.
 Cómo están las relaciones con tus proveedores?.
 Qué niveles de motivación y estrés registra tu gente?.
 Qué recursos dispones para ellos?. Qué tan socialmente responsable es tu gestión?.
Qué piensas?.




El átomo es la base del mundo. Tú eres la base de tu mundo. 

Cómo imaginas a tu propia organización?. Será lo que pienses y sientas. 
Es eso.
Hay alguna diferencia entre tu organización y la organización en la que estás?. 
 Necesitas aprender algo más?. Estás aplicando todo lo que ya sabes?.
 Qué falta?. 

jueves, 10 de octubre de 2013

No te salves



No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo 







pero si 
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios











y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas


entonces
no te quedes conmigo.


Mario Benedetti



martes, 1 de octubre de 2013

Hay que combatir la inflación?


Qué es la inflación?. 
La inflación es un fenómeno económico, explicado de distintas maneras
 según quién lo explique. 
Algunos se la cargan a restricciones de la oferta de bienes y servicios; 
otros, creen que la excesiva demanda la impulsa. Más allá, están los que ven
causas “estructurales” en su génesis. Que el déficit fiscal, que la deuda,
que la emisión monetaria, que el desbalance comercial externo…
en fin, cada profesor con su librito marcha hacia el debate.

Donde no lo hay es en sus consecuencias masivas: inestabilidad (o inexistencia) de precios, 
desvalorización de activos, trastornos en la cadena de pagos,
 redistribución relativa de la riqueza, desaliento a la inversión, licuación de pasivos,
 disminución del salario real, menor capacidad general de compra,
 ralentización de la dinámica económica, bajas en las expectativas,
 aumento de las incertidumbres, previsiones por contagio….

Un rosario de inconvenientes, tomando cualquiera de las definiciones de esta palabra. 
Al menos, para el común de la gente.
Es una variable económica que afecta lo financiero, entorpece lo político,
 malhumora lo social, enrosca lo comercial y hasta daña la salud. Tal vez por eso,
 pocos la quieren. Muchos aconsejan combatirla, controlarla, acotarla. 
Yo no.


Quién dijo que estoy loco…?. Puede ser… otro día 
intentaremos ponernos de acuerdo 
sobre qué es la locura… Hoy estamos con la inflación.

Tú, ser humano, vives aprendiendo. O, al revés,
 aprendes viviendo. Cuánto de tu conducta habitual 
es genético, cuánto se lo debes
 a tus maestros o padres 
y cuánto se lo agradeces a la calle cotidiana?. 
Cuánto de lo que haces estuvo en algún diálogo
 con un libro y cuánto es experiencia?. 
Cuántas crisis has pasado y cuántas has podido pasar?. 
Cuánto te has reconocido en esas crisis?.












La inflación te afecta. A mi también. A algunos los paraliza
 en un estado quejoso e impotente. A otros los moviliza a hacer discursos. 
A los azules los pone violetas y a los anaranjados los enrojiza. 
Ni hablar de los blancos.

Qué es la inflación?. Un ingrediente más en tu coctelera. Un estímulo
 para que te pongas a prueba. Un dato más en tu experiencia. Hay. Está.
 Y qué haces?. Analizas y discutes?. 
Es culpa de los azules, los anaranjados, los blancos o los verdes?.
 Te subes al tren general?. Adónde te lleva?. Adónde te dejas llevar?.
 Qué tiene que hacer el Gobierno para acabar con ella?. 
Qué esperas que haga el Gobierno con ella?. Qué es el Gobierno?. Quién te gobierna?.

Escuchaba ayer en la radio
 a un político de circunstancia hablando
 de lo que “habría que hacer” 
para bajar la inflación. 
En un momento, se iluminó mi cerebro
 y entendí por qué él hablaba y yo escuchaba. 
Y busqué otra emisora. 
Sentí que no me hablaba a mí 
y decidí no escucharlo más, entonces. 
Tal vez te estaba hablando a ti.

Cuánto estás aprendiendo en esta época de inflación?. Qué estás haciendo, además de escucharlos a ellos explicarte todo lo que explican?.








Cuánto dedicas cada día a recordarte con gestos, con hechos, 
que tu decisión puede ser superior a los estímulos que recibes?. Cuánto te importa?. 
Qué te importa?. Cómo te importa?. Te falta tiempo?. 
Me dices que te falta tiempo para lo que te importa hacer?.
Mmmmm… no lo creo. Es más, lo discuto. 
Yo creo que te falta importar-te un poco más…

No necesitas recetas para combatir la inflación.
No necesitas que el Gobierno haga nada antes que tú. 
Tal vez, puede hacer algo al mismo tiempo o después.
 Tampoco sirve que te la expliquen  o que gasten horas de televisión
 (y de tu consumo eléctrico) para confirmar que hay o desmentirla. 
Sí, afirmo, te necesitan, domesticado, amañado, cómodo, sumiso y numeral, ellos.
 Los que juegan a la inflación contigo.


Mueres por no comer tomate, 
esperando que los obligues a bajar su precio?.
 Qué tremenda maldición caerá sobre ti 
si no compras esa marca de fideos,
 hasta que se den cuenta
 que eres tú quien pone los valores a las cosas?. 
La papa está cara para tu bolsillo... 
y bien, le avisas a Dios que la saque del mapa?. 
Tus hijos te piden tales marcas de yogur?. 
Tales juguetes?. Tales jeans?. 
Lo que hagas con ellos y sus deseos
no lo haces por ellos, 
sino por ti, lo ves así de claro…?. 
Que estás sintiendo en este momento….????.











Yo te quiero en otro juego. Pero no quiero jugar contigo, 
sino que juguemos cada uno con lo suyo. 
Te invito al juego del dueño de sus actos
Ya lo sabes jugar, es muy sencillo. Sólo dos reglas: 
no quejarse de lo que pasa y 
hacer de tu vida una creación original cada día. 

Como en todo juego, no compites contra otro sino a tu favor, con lo mejor de ti. 
Con tus límites y tu potencia. La estrategia?: yo no la tengo, es tuya. 
No eres tan inteligente para jugar ese juego y ganar…???.  
Qué te falta?. Qué esperas?. A quién esperas?.