viernes, 15 de agosto de 2014

QUE APRENDISTE HOY?


Desde que te lo dijeron o lo quisiste averiguar,
 la palabra cultura estuvo asociada a algo establecido, estable,
 un acuerdo mayoritariamente común para el ámbito del que se tratara.
 La sociedad de una región, de un país, de una clase social, de una organización,
 de una familia, de una etnia, de un club, etc., son ejemplos
 de agrupaciones humanas que eligieron una particular manera de ser y hacer su cosa cotidiana.

Hay quienes definen a la cultura como los usos y las costumbres de esos grupos.
 En tal caso, es necesario que esas expresiones se manifiesten reiteradamente
 para consolidar la referencia y hacerla tan natural y visible que defina inequívocamente a esa cultura.

Otros, asocian la palabra cultura con erudición, sabiduría, instrucción, formación, educación.
  Si bien a veces hay un conflicto propuesto entre ambas acepciones,
 no son conceptos muy alejados entre sí, globalmente, dado que todos son emergentes y/o matices
 del desarrollo de la inteligencia del grupo referido.


       Te ha tocado vivir este tiempo. Ser un actor y hacedor en él.
 Has recibido una cultura y has hecho tus aportes propios
 a ésta renovada cultura, en tanto protagonista de tus decisiones.
 Crees seguir perteneciendo a un sistema de valores,
 que va y va, al que solo le haces pequeñas correcciones de rumbo,
 como para adaptarte a algunos vientos cruzados que lo trastornan.
 Y escuchas por allí que hay quienes vienen hablando
 de una cultura global, o globalizada, que se monta encima
     de las distintas certezas parciales y pretende unificarlas.


Más allá de esos intentos y varios logros de encolumnarte, yo soy de los que cree
 que siempre hay una evolución. Sin ponerle signos positivos o negativos, que cada uno elegirá
 según su estado anímico. La evolución es simplemente, pasar de un estado a otro dando volutas,
 en un tránsito con formas curvas, zigzagueante.

Así vas, buscando tu nuevo estado. Impulsado por tus propias inquietudes y curiosidades,
 a su vez alimentadas por las inquietudes y curiosidades de quienes proponen la cultura global.



Cuando todo cambia y evoluciona a un ritmo que te sorprende,
  la cultura es el cambio y no una tradición, por poca vida que hubiera desarrollado.
 Es algo vivo y mutante frente a lo clásico y costumbrista.

 El aprendizaje es, entonces, la cultura de este tiempo. Tu cultura. La mía.
 Cómo gestionar la incertidumbre. Cómo relacionarse efectivamente, que es concretar acuerdos eficaces. Cómo utilizar el conocimiento, sabiéndolo un activo social. Cómo abrirse a lo diverso,
 cómo recuperar armonía con el sistema mayor, cómo fluir con tus virtudes y pasiones,
 cómo aceptar la legitimidad de tantos otros legítimos, pares en la misma búsqueda.

El aprendizaje es el ejercicio de la responsabilidad. Tu responsabilidad.
 Qué haces con cada cosa que te pasa?. Te miras o la miras?.
  Tu aprendizaje te aleja de la mirada culposa de quien explica lo que pasó, una y mil veces,
 sin modificar resultados. Y sufre, se angustia, se desconcierta, reacciona casi salvajemente.
 Se queda colgado de los harapos de la cultura pasada, la que era estable y se está deshilachando.

El aprendizaje es parte de un acto fallido, ya que es lo que sucede a un resultado no esperado.
 Se desarrolla un nuevo observador, consciente, protagonista y líder del acto,
 que desarrolla nuevas competencias en pro de llegar al logro.
 En función de su conocimiento técnico y la integración con sus aspectos emocionales
 (equilibrio espíritu-sentimiento-lenguaje), se desarrolla el aprendizaje,
 que es la aplicación en acción eficaz, de acuerdo a plan.
 Ah… a veces, también el aprendizaje es parte de un acto virtuoso.
 En esos casos, abreva en la humildad de los grandes.


Aprendes todo el tiempo a ser una nueva persona. Evolucionas sin saberte, quizás.
 Lo que está en tu decisión es qué aprendes. O sea, qué haces con lo que recibes de allí afuera.
 Qué conversas con tu silencio y qué te devuelve?. Quién lleva a cabo lo que decides
 y quién decide lo que llevas a cabo?. Cuánto estás creando y cuánto copias,
 tal vez ignorando si hay beneficios en la copia?. Cuánto te ocupas de los demás
 para no hacerlo de ti mismo?. Qué sientes en esos casos?. Qué redes generas en tu beneficio
 y cuáles te enredan?. Cuánta aventura hay en tus días y para qué?. Cómo entiendes tu oferta al mundo
 y a tu servicio, al mismo tiempo y en la misma persona?. Dónde están tus enemigos, tus asistentes
 y tus maestros?. Cómo te relaciones con ellos?. Cuánta confianza tienes y cuánta puedes crear?.
 Qué te emociona y qué pasa después?. En qué crees?. En quién crees?. Qué aprendiste hoy?.

                                                                                             Eso quiero saber, qué aprendiste hoy?.