jueves, 26 de diciembre de 2013

Toro rojo nos tomó honor… ohhh… don´t go on


En los últimos tiempos has visto a una persona saltar desde más de 39.000 metros de altura,
 máquinas rodantes parecidas a autos y camiones atravesar desiertos y montañas de arena,
 otros pasando velozmente a centímetros de árboles y precipicios, arriesgados surfers,
 clavadistas extremos, esquiadores, snowboarders, escaladores, acróbatas,
 paracaidistas, ciclistas, kayakistas, motociclistas, skaters y otros tantos,
 todos escapados de una clínica de psiquiatría…

Te mostraron variadas formas de un equilibrio complejo entre destreza, versatilidad,
 desafío a los límites, dinamismo, enfoque y unas cuantas cosas más. 
Eres uno de los 2 millones de seguidores de esos videos,
 o uno de los 8 millones que saltaron con Baumgartner desde la estratósfera,
 otro fan de una página que suma más de 37 millones de seguidores o, sólamente,
 alguien que ha sumado a todo eso bebiendo de una latita con dos toros rojos mirándose feo…


Todo lo que has visto son leyendas
 de este tiempo.
 Gentes que han decidido serlo,
 ejerciendo su libertad
 de explorarse y probarse
hasta la foto sonriente.
 Qué los ha movilizado?.
 Es la latita de la que beben?.
 Hay allí algún secreto
 que los ha llevado a ese lugar?.
 A estas alturas, no hay secretos.
 Todo está visible. Todos los días.
 O, mejor dicho, está disponible.
 Lo tomas o no.



Una simple estrategia de marketing ha identificado tanta poderosa gestión de capacidades
 con una bebida energizante. Ellos, aquellos locos, saben que han hecho una obra genial
 apelando a valores y posibilidades absolutamente humanas.
 Han ido tras lo que sintieron y desearon, apoyados en su libertad de elegir.
 Han optado por ese camino, que no ha sido siempre de luces y sonrisas.
 Desarrollaron habilidades, tal vez innatas, pero que necesitaron ser desafiadas
 para saberlas como tales. No te conoces enteramente hasta que no te pruebas.
 Más intentas, más libre eres de elegir qué sí y qué no puedes. Y cuánto puedes.
 Lo que no hagas, lo hacen otros por ti. Me refiero a elegir sobre tu vida.


Es una cuestión de honor. Como en los viejos duelos,
 juegas por tu nombre.
 Cómo quieres escucharlo?. En primera persona
 o en otra persona?.
 Quieres sentir tu energía llevándote hacia tus logros
 o prefieres beber de una latita
 y ver los éxitos de otros por televisión?.
 Qué sabes de tu energía?. Dónde está puesta tu energía?.
 Cuál es tu meta?.
 La tienes, la estás viendo?.
 Qué sabes de tus habilidades?.
 Las estás entrenando?.
 Cómo lo estás haciendo?.
 Qué esperas que pase con ellas?. Te interesa?.
  Te interesas por ti?



Tienes una oportunidad cerca. Hay quienes la llaman “2014”.
 Para algunos, es un energizante sin latita. Los motiva a enfocarse otra vez.
 Puedes intentarlo, a ver si funciona igual contigo. 

Yo no la quiero identificar con un número o un nombre. Me interesas tú, más allá de todo.
 Como hombre o mujer que está en proceso. Potente y enérgico como un toro rojo.
 Eres tu oportunidad cada día, cada momento, cada año.


Le hablo a tu honor. Me responderá tu inteligencia.
 Nos encontramos en 2014.
Gracias.




lunes, 25 de noviembre de 2013

Un tiempo sin tiempo


Has escuchado a alguien cercano a ti decir alguna de estas frases…?

"El tiempo no me alcanza para todo lo que tengo que hacer".

"Estoy dejando de lado cosas importantes por falta de tiempo".

"Siempre termino postergando mis cosas por ocuparme de las de los demás". 

"Al final del día estoy demasiado cansado para hacer lo que me gustaría".

"No tengo tiempo para hobbies o distracciones".


En este tiempo sin tiempo, la agenda ya no es una herramienta de organización
 sino un campo de batalla medieval. Allí conviven tus operaciones, amigables y hostiles,
 en medio de polvaredas, ruidos de todo tipo, corridas, confusiones,
 caballeros y animales, razones y pasiones. Al final de cada día,
 reposando en la enfermería de campaña, preparas la siguiente avanzada.

Claro que confías en las fuerzas de tu infantería.
 Está movilizada y “a tambor batiente”.
 Parece de motivación inagotable. Parece…
 hasta que el cansancio físico le hace bajar
 algunas banderas.
 Y cuestionarse el sentido de tanta épica acción.





Tu tiempo es tuyo. O, mejor dicho, es para que hagas tuyos esos momentos
 que forman tu tiempo. Cómo lo haces?. Preguntándo-te qué quieres.
 Porque lo que hagas son tus compromisos. Es lo que has elegido hacer.
 Declaraciones personales, públicas o privadas, íntimas,
 en las que has decidido hacer “eso” y no “otra” cosa.
 Te comprometes con lo que haces y, también, con no hacer lo que no haces. Son opciones.
 Cuando te enojas con tu escasez de tiempo, estás escuchando un reclamo interior.
 Estás des-centrado, des-equilibrado. Tu cabeza ha decidido por tu corazón o viceversa.
 La tensión entre ambos excede lo admisible en salud.
 Y el que ha sido postergado, se queja por la omisión.

Los dos días más importantes de tu vida son el de tu nacimiento
 y aquel cuando descubriste para qué estás aquí.
 Ese día se inicia un camino de compromisos frecuentes,
 que respaldan lo que se te ha revelado.
 Empiezas a darle formas más acabadas al modelo personal.
 Ese trabajo te llevará lo que te quede por respirar. La evolución es continua
 hacia lo que quieres ser. Y cada retoque es un compromiso.

Cuando algo quieres que sea, lo imaginas, vives ese momento y crees en eso,
 estás pariendo un compromiso. Cuando este proceso termina en el resultado que viste antes,
 has creado otra realidad, has puesto un nuevo ladrillo en tu construcción,
 que está más completa que antes.

Lo que hagas con tus momentos, con tu tiempo,
 adelanta o atrasa tu construcción.
 Para ser más directo:
 trabajas en tu obra o le prestas tu cuerpo
 (y tu tiempo va con él)  a las de los demás.
 Te escuchas o te ignoras.
 No puedes estar en ambos lados del mostrador.
 Sólo en uno de esos lados eres más valioso.
 Es allí donde te ha puesto quien te ha creado.



 Si te has ido, si abandonaste el puesto, ya lo has hecho. Ya pasó.
 Tiempo pasado está perdido.
 Cuando quieras, puedes empezar a vivir este momento.
 Tiempo presente está ganado.
 Piensa y siente cada decisión. A la misma vez. Lo que no sientas es NO. Lo que no pienses es NO.
 Por ese camino, habituándolo, encontrarás valor a cada que des. Si?.


El reloj no es un tirano,
 los tiempos que vivimos
 no son locos,
 las obligaciones no son tales
 y tantos más blablablás
 no son más que eso.
 Tus momentos están ocupados
 por tus compromisos,
 tus decisiones.
 Eres responsable de tus actos. Aunque, a veces, creas ser víctima
 de una enorme locura colectiva.
 No. Lejos estás de eso.
 Tanto como de ser
 victimario culposo si sólo haces
 lo que te importe a ti,
 sin considerar prioritariamente
 a los demás.
Decide libremente.




Para tu tranquilidad, todo lo que hagas incluye al resto, porque eres parte del resto de los demás.
Estás girando en una rueda mágica. Cuando te miras, me reflejo en ti.
Tu tiempo y el mío son el mismo momento.
 Sólo que cada uno es actor principal en su propio circo, su propio cuerpo.




martes, 15 de octubre de 2013

Reflexiones de un Gerente

La vida, en este Universo que te he tocado integrar, está basada en el átomo
 y no en la inconmensurable magnificencia de la Vía Láctea que te contiene.
 Todo lo que pasa con la vida sigue ese patrón relacional: se origina en el elemento básico
 del conjunto que se trate. Los resultados visibles, posteriores, son agregados
 de lo que ha sucedido en ese núcleo inicial.
 Los consumidores cambian decisiones empresarias cuando muchos de ellos,
 uno a uno, deciden lo mismo. El muro de Berlín no se cayó por viejo.
 Una hormiga no voltea una pared. Una gota de agua no puede nada contra una roca.
 Tú no puedes contra el mundo.
 Tal vez, puedas algo si empiezas a intentarlo en el mundo. En el tuyo.

Cuántas veces te han convocado a participar de capacitaciones en tu lugar de trabajo?.
 Cuántas veces has optado por hacerlo de manera personal,
 eligiendo dónde buscar nuevas herramientas para tus actos cotidianos?.
 Cuántas técnicas has aprendido en tu vida?.
 Las aplicas, las tienes incorporadas?. Si estás en algún cargo jerárquico,
 cuánto ocupas de tu tiempo diario por mejorar la efectividad de tu gente?.
 Cómo mides los resultados?. Preguntas, en suma,
 que buscan significar para qué desarrollas tu perfil y tus relaciones laborales.

Comparto con Rafael Echeverría que las empresas son redes dinámicas de conversaciones.
 Lo que se haga para mejorar la eficiencia y elevar la productividad
 de una organización (cualquiera sea) necesita revisar cómo están las relaciones internas.
 Cómo están y cómo se quiere que estén.
 Por ese camino se descubre cómo están las conversaciones íntimas,
 las que cada uno tiene consigo mismo. Ese es el átomo de la organización.
 Allí están el origen del movimiento y las causas de los resultados.



Los resultados esperados
 no están fuera del alcance

 de las conversaciones íntimas.
 Son su consecuencia.
  En la empresa y en tu casa.
 Qué sucede en tu casa, en tu hogar?.
 Qué resultados quieres tener?.
 Qué quieres vivir con tu pareja, tus hijos,
 tu familia, tus amigos?.
 Cómo los ves y cómo los quieres ver?.
 Qué hablas contigo respecto de ellos?.
 Cómo hablas con ellos?. Qué sientes?.
 Lo hablas?.

Es cierto que en tu trabajo pasas horas y horas, dedicas energías y sentimientos,
 generas compromisos, te enfocas, tomas decisiones, haces elecciones.
 Eso es bueno. También lo es que busques mejorar tus formas
 para aportar más y mejor a ese lugar. Y a tu carrera.
 Que te superes y empoderes. Que te esfuerces e inviertas.
 Así, haces más grande a la organización en la que estás. La cuidas. Y te cuidas.

 Tu hogar está antes y después de ella. Ya estaba antes y estará después de ella.
 Tu vida te necesita a ti en ambos lugares, siempre atento y presente.
 Sintiendo y conversando en tu mejor forma,
 que es la que te lleva a tus mejores resultados.
 Aquellos resultados que esperas.

Aplicas trabajo en equipo en tu hogar?. Manejas y resuelves conflictos caseros
 con técnicas de negociación?. Te enorgullece el sentido de pertenencia
a tu propia organización, la que has creado y diriges?.
 Cuál es tu estilo gerencial los fines de semana?.
 Qué indicadores financieros verificas en la cocina de tu empresa familiar?.
 Qué hay de la TIR y el VAN de tus inversiones afectivas?. Cómo va el benchmarking?.
 Y tus sistemas de calidad?.
 Cómo evalúas la política de recursos humanos que has definido?.
 Qué tan eficiente es el manejo de tus tiempos?.
 Qué dicen las encuestas internas de clima?.
 Cómo están las relaciones con tus proveedores?.
 Qué niveles de motivación y estrés registra tu gente?.
 Qué recursos dispones para ellos?. Qué tan socialmente responsable es tu gestión?.
Qué piensas?.




El átomo es la base del mundo. Tú eres la base de tu mundo. 

Cómo imaginas a tu propia organización?. Será lo que pienses y sientas. 
Es eso.
Hay alguna diferencia entre tu organización y la organización en la que estás?. 
 Necesitas aprender algo más?. Estás aplicando todo lo que ya sabes?.
 Qué falta?. 

jueves, 10 de octubre de 2013

No te salves



No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo 







pero si 
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios











y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas


entonces
no te quedes conmigo.


Mario Benedetti



martes, 1 de octubre de 2013

Hay que combatir la inflación?


Qué es la inflación?. 
La inflación es un fenómeno económico, explicado de distintas maneras
 según quién lo explique. 
Algunos se la cargan a restricciones de la oferta de bienes y servicios; 
otros, creen que la excesiva demanda la impulsa. Más allá, están los que ven
causas “estructurales” en su génesis. Que el déficit fiscal, que la deuda,
que la emisión monetaria, que el desbalance comercial externo…
en fin, cada profesor con su librito marcha hacia el debate.

Donde no lo hay es en sus consecuencias masivas: inestabilidad (o inexistencia) de precios, 
desvalorización de activos, trastornos en la cadena de pagos,
 redistribución relativa de la riqueza, desaliento a la inversión, licuación de pasivos,
 disminución del salario real, menor capacidad general de compra,
 ralentización de la dinámica económica, bajas en las expectativas,
 aumento de las incertidumbres, previsiones por contagio….

Un rosario de inconvenientes, tomando cualquiera de las definiciones de esta palabra. 
Al menos, para el común de la gente.
Es una variable económica que afecta lo financiero, entorpece lo político,
 malhumora lo social, enrosca lo comercial y hasta daña la salud. Tal vez por eso,
 pocos la quieren. Muchos aconsejan combatirla, controlarla, acotarla. 
Yo no.


Quién dijo que estoy loco…?. Puede ser… otro día 
intentaremos ponernos de acuerdo 
sobre qué es la locura… Hoy estamos con la inflación.

Tú, ser humano, vives aprendiendo. O, al revés,
 aprendes viviendo. Cuánto de tu conducta habitual 
es genético, cuánto se lo debes
 a tus maestros o padres 
y cuánto se lo agradeces a la calle cotidiana?. 
Cuánto de lo que haces estuvo en algún diálogo
 con un libro y cuánto es experiencia?. 
Cuántas crisis has pasado y cuántas has podido pasar?. 
Cuánto te has reconocido en esas crisis?.












La inflación te afecta. A mi también. A algunos los paraliza
 en un estado quejoso e impotente. A otros los moviliza a hacer discursos. 
A los azules los pone violetas y a los anaranjados los enrojiza. 
Ni hablar de los blancos.

Qué es la inflación?. Un ingrediente más en tu coctelera. Un estímulo
 para que te pongas a prueba. Un dato más en tu experiencia. Hay. Está.
 Y qué haces?. Analizas y discutes?. 
Es culpa de los azules, los anaranjados, los blancos o los verdes?.
 Te subes al tren general?. Adónde te lleva?. Adónde te dejas llevar?.
 Qué tiene que hacer el Gobierno para acabar con ella?. 
Qué esperas que haga el Gobierno con ella?. Qué es el Gobierno?. Quién te gobierna?.

Escuchaba ayer en la radio
 a un político de circunstancia hablando
 de lo que “habría que hacer” 
para bajar la inflación. 
En un momento, se iluminó mi cerebro
 y entendí por qué él hablaba y yo escuchaba. 
Y busqué otra emisora. 
Sentí que no me hablaba a mí 
y decidí no escucharlo más, entonces. 
Tal vez te estaba hablando a ti.

Cuánto estás aprendiendo en esta época de inflación?. Qué estás haciendo, además de escucharlos a ellos explicarte todo lo que explican?.








Cuánto dedicas cada día a recordarte con gestos, con hechos, 
que tu decisión puede ser superior a los estímulos que recibes?. Cuánto te importa?. 
Qué te importa?. Cómo te importa?. Te falta tiempo?. 
Me dices que te falta tiempo para lo que te importa hacer?.
Mmmmm… no lo creo. Es más, lo discuto. 
Yo creo que te falta importar-te un poco más…

No necesitas recetas para combatir la inflación.
No necesitas que el Gobierno haga nada antes que tú. 
Tal vez, puede hacer algo al mismo tiempo o después.
 Tampoco sirve que te la expliquen  o que gasten horas de televisión
 (y de tu consumo eléctrico) para confirmar que hay o desmentirla. 
Sí, afirmo, te necesitan, domesticado, amañado, cómodo, sumiso y numeral, ellos.
 Los que juegan a la inflación contigo.


Mueres por no comer tomate, 
esperando que los obligues a bajar su precio?.
 Qué tremenda maldición caerá sobre ti 
si no compras esa marca de fideos,
 hasta que se den cuenta
 que eres tú quien pone los valores a las cosas?. 
La papa está cara para tu bolsillo... 
y bien, le avisas a Dios que la saque del mapa?. 
Tus hijos te piden tales marcas de yogur?. 
Tales juguetes?. Tales jeans?. 
Lo que hagas con ellos y sus deseos
no lo haces por ellos, 
sino por ti, lo ves así de claro…?. 
Que estás sintiendo en este momento….????.











Yo te quiero en otro juego. Pero no quiero jugar contigo, 
sino que juguemos cada uno con lo suyo. 
Te invito al juego del dueño de sus actos
Ya lo sabes jugar, es muy sencillo. Sólo dos reglas: 
no quejarse de lo que pasa y 
hacer de tu vida una creación original cada día. 

Como en todo juego, no compites contra otro sino a tu favor, con lo mejor de ti. 
Con tus límites y tu potencia. La estrategia?: yo no la tengo, es tuya. 
No eres tan inteligente para jugar ese juego y ganar…???.  
Qué te falta?. Qué esperas?. A quién esperas?.



miércoles, 25 de septiembre de 2013

Tu Poder hace el mundo que quieras

Tu Poder reside en disponer absolutamente de todo tu ser en todo momento, 
para lo que tú creas y quieras crear.

Tu Poder es el creador de tu realidad. Lo uses más o menos, 
estarás más o menos conforme con ella. Y contigo. Porque hay un placer doble 
en ejercer tu poder personal: concretas lo que deseas y te sientes plenamente
 dueño de tus actos. 
Lo ves y lo haces. En dominio de tu Poder, eres consciente
 que no hay límites sino momentos para que las cosas ocurran. Lo imposible será,
 desde este instante, algo que aún no intentaste o algo cuyo tiempo todavía no es.
 Depende de tu mirada.

Tu Poder es la muerte de la víctima que has llevado dentro hasta hoy. 
Decides qué hacer con lo que te pasa y no te rindes ante su oferta. 
No "tienes que" ni "debes" hacer lo que otros han decidido por ti. 
Eres el líder de tu propio equipo y todos, ahora, te respetan y reconocen. 
No porque lo digas imperativamente, sino porque lo transmites y ellos,
 el mundo, lo percibe. No se trata de la autoproclama de un loco lindo. Nada de eso.
 Es la presencia de tu persona en un escenario donde habitan personajes.
 Es tu fuerza natural pulseando con un mundo de formas precarias,
 acostumbrado a ejercer un poder sin mayor oposición. Así es fácil. O lo fue hasta hoy.

Tú lideras tu vida cuando asumes tu Poder. Le puedes llamar auto-liderazgo,
 porque es eso. Eres tu propio líder. Te reconoces por el poder que te transmites. 
Qué sucede con un líder?. Por qué lo es?.

Un líder es quien sintetiza una visión compartida por muchos.
 Lo que para esos muchos es un lugar ideal de encuentro,
 el líder se los representa con palabras y gestos accesibles y concretos.
 Ve la idea en el fenómeno bruto, la expone y se encamina hacia ella con determinación,
 movilizado por su creencia y por el compromiso que toma. 
Su fe contagia a través de una comunicación ágil, multicanal,
pero a la vez directa y precisa. Fascina, enamora con su ejemplo.
 En su validación original hay proyecciones de un complejo virtuoso, donde se funden
 coraje, enfoque, honestidad, flexibilidad, solidaridad, emotividad,
 consciencia temporal, épica y, por sobre todo eso,
 presencia anímica.

Tomar decisiones es un riesgo. No tomarlas también lo es. Un líder se define
 por el nivel de riesgo que está dispuesto a tomar, pero no inconscientemente.

Te pido que reemplaces en la caracterización del líder a los "muchos" 
por "tú mismo". Y revises cómo es la relación entre tú, líder, y tú, liderado… 
Te parece una tontera como queda?. Bueno, lo es si lo tomas literalmente. 
Te pido, por favor, una lectura con tu mirada y no con tus ojos.





































 Ahora  si?. Bien… tú lideras tu Poder.
 A quién otro has de seguir, que represente mejor que tú, tus propios deseos y visiones?.
 Quién es más consciente que tú de tus momentos?.
 Quién puede gestionar más eficazmente tus emociones en cada momento?.
 Por qué has de delegar lo que quieres comunicar?. 
Así como no prestarías tu novia/o a otro/a para que la/o enamore, 
por qué razón cederías tus decisiones, si son enteramente tuyas,
 como no lo es tu novia/o?. 
Quién defendería con más valentía y romanticismo tus intereses más  íntimos?.
 Hay alguien más honesto que tú, contigo?. 
Tomarías por otro más riesgos que por ti?. 
Otro lo haría con tu caso?. 

A quién escuchas más todo el día, todos los días?. 
A quién respondes más todo el día, todos los días?. 

Quién disfrutaría más de tus logros?. Quién se beneficiaría más?.

Sabes lo que hay detrás de tu auto-liderazgo?. Otros similares,
 en otros tantos cuerpos. Que van a verte y animarse. Imaginas lo que significa eso?.
 Más gente con más poder personal. Menos personajes. 
Más sinceridad en las relaciones y, allí nomás, más paz social y más justicia. 

Estás sintiendo el Poder recorriendo tu cuerpo, ahora?.


viernes, 20 de septiembre de 2013

Tu fuente de Poder

Por mucho tiempo creí que mi facilidad oratoria era un factor de influencia
 sobre terceros. Que con eso podía ejercer cierto poder sobre otros.
 Tal vez, haya sido así, en algunos casos.
Pero, también, era una herramienta "intrusiva". En algunos lugares, llegaba y rebotaba.
No entraba. Yo no lo veía. Iba e iba con mi locuacidad.

Lo descubrí cuando, ya no recuerdo por qué, tuve que hablarme a mí.
Ahí me di cuenta que si no cambiaba, yo también me rebotaba... 
no me seducía escucharme.  Eso era un ruido y no mi voz.

Cuando comencé a preguntarme cosas, a bucearme en vez de discursearme,
se abrieron portones. La novedad corría por las arterias y se metía en todos los rincones. Empezaron a aparecer imágenes, visiones, proyectos, diseños.
 Nuevas realidades. Totalmente propias. Puras. Mías.
 El Poder había venido a mí, como en un mágico comic.

Cuando te sientes tan cómodo con alguna de tus facilidades operativas,
 las que habitualmente te abren puertas, como pueden ser tu expresión pública,
 tus habilidades manuales, cualquiera de tus saberes haceres, un título habilitante, etc.,
 puedes confundirlas con tus fuentes de poder. Es muy común eso,
 porque hay gentes que así lo valoran y te reconocen un lugar, una función.

Pasa en un mundo de formas. Quienes responden a esos estímulos, son los egos.
Pero tú no eres uno de ellos. Te hubieras ido hace rato de esta página,
te aburriría tanta perorata, incomprensible para quien solo pretende figurar.
O sea, para quien espera que le digan dónde ubicarse en el escenario.

Cuando entiendes que tus fuentes de poder son las visibles en el mundo formal,
 estás perdiendo el tiempo. Y Poder. Te demoras y condicionas.
 Esas fachadas sólo cubren relaciones leves o circunstanciales. Aunque duren años.
 Aunque parezcan triunfos y glorias.

Sucede que, como son triunfos y son glorias, la costumbre se hace ley.
 Sin vetos a la vista, la ley se hace de hierro. El tiempo, luego, hace lo suyo.
 Los médicos, también.






















Tu fuente de Poder, la que juega en serio, no es visible
pero está a la vista cuando la quieras ver. Es Tu Yo. Lo conoces?. Digamos que si.
Lo que necesitas para ser poderoso está contigo desde que viste la primera luz.
 Lo has usado y no.
Lo has desechado, no lo has mantenido, y cuando lo has vuelto a buscar,
estaba allí, intacto.
Y así estará las veces que lo necesites. Dispuesto al servicio.
Porque eres tú. Precisamente, Tú.

Mira a tu alrededor. Busca la gente que crees poderosa. Qué ves?.

Ahora. Presente. Pedite escucharte. En silencio y sin distracciones.
 Cuando te acostumbres, te gustará. Está bueno saberse poderoso.

Sabete.


Egolatrías


Dicen que el Ego existe.
Hay por allí algunos inquietos observadores que andan por el mundo hablando de él.
O, más precisamente, hablan de sus vicios. Porque parece que es un vicioso olímpico.
Y carga con todos los anti-valores que supimos conseguirle para estar seguros que nunca,
pero nunca, nos contagiaremos.

El solo verlo nos pone en la vereda de enfrente, a buena distancia de caer 
en sus tentadoras ofertas. Pero el muy bicho Ego, con algunos años en el lomo,
ha desarrollado sagacidad y audacia. Como Dios, cualquier Dios,
el que más te guste o escuches, ha sabido tomar prestados ropajes y señales
para hacerse amigable, común, casi uno más entre nosotros.
Un habitual compañero de ruta.

Claro que el Ser Humano, Hijo Supremo de una Perfección
que sólo se rinde ante esa Creación, 
puede darse cuenta cuándo está en presencia de un igual real o de un farsante disfrazado.
Ha sido diseñado teniendo en cuenta esa necesidad.

Las claves requeridas están bien guardadas, en el interior más profundo,
en recónditas cavernas a las que solo puede acceder el Sentimiento y activarlas,
hablando el lenguaje Sincero con la Intuición,
 a quien le fue encomendada la celosa guarda de las puertas de esas cavernas ….




Como todo órgano vivo,
el Sentimiento debe ser
 bien alimentado
 si se quiere que su respuesta sea ágil, elástica y, en definitiva,
 eficiente con nuestras  necesidades.
Si no, ya lo hemos visto  suficientemente,
 el Ego puede negociar
 con la Intuición, conseguir
 que mire para otro lado,
 y hacernos confundir recurrentemente.



Así, tantas personas poderosas, responsables, inteligentes, honestas, solidarias,
enfáticas y necesarias, parecen ególatras. Y no siempre lo son. O lo están siendo.

El Sentimiento, sólo Él, puede activar las claves para entender, comprender,
todo lo Humano en su Justa Dimensión. Todo lo demás es anécdota. 
Incluida la pobre falacia del Ego buscando un lugar en el mundo. En este mundo. El Nuestro.


martes, 17 de septiembre de 2013

Otro Perro Callejero

Bienvenidos.... aunque, pensándolo mejor, no es este mi lugar,
 al que pueda bien recibirlos... Es el lugar de todos, la calle en un formato de pantalla. 

Quien más, quien menos, alguna vez te has cruzado con un perro callejero. 
Y sin entrar en detalles sobre su conducta, posiblemente influenciada por sus tratos previos (bientratos o maltratos), la cosa es que no se puede discutir su libertad. 

Yo me he preguntado si se dan cuenta o no. Si uno cree que son libres y ellos no. 
Porque tienen la libertad de gastar sus energías buscando cómo reponerlas...
 no le rinden cuentas a nadie más que a sus energías residuales. Y bueno, son animales.
 No necesitan otra cosa que ocuparse de su existencia. Cuidarla, preservarla, sostenerla, saborearla, vivirla. Lo que hagan en el medio, mientras hacen eso, también es parte
 "de la suya". Como por ejemplo, movernos la cola y seguir en la suya,
 juntarse con otros semejantes y seguir en la suya, obviar alguna reyerta
 propuesta por perros de mamá o de papá y seguir en la suya, ser solidarios con los chicos y los pobres viejos (y viejos pobres) y seguir en la suya, protegerse de los enfermos, confiar, escaparle a la envidia, hacer espíritu de cuerpo ante la sospecha, amar,
 desafiar límites, dejarse querer, buscar, andar, no cruzar cuando el verde del otro, meterse en una iglesia si se siente bien ahí, 
hacer amistades con los hombres que son animales,
 ladrarle a los miedos y las ansiedades... en fin, ya sabes lo que es un perro callejero. 
Yo soy otro.

Otro perro callejero.
 Así lo siento. Si estás por acá, es porque tu cola es sensible 
a la vida que está ahí afuera.
 Sin dobles sentidos...
 digo que ese es tu sensor. 
Que te conecta con el mundo animal que se para en dos patas
 la mayoría de las veces. Pero tienes claro cuál "es la tuya". Negocias y tratas, vas y vienes, haces y haces,
pero no dejas de ser quien eres. 




No vives por o para otros, sino para ti. Y vives. Vaya si vives...

Quieres más. A ti te quiero hablar. A otro perro callejero, como yo.